La pandemia de COVID19 sigue dominando la actualidad y cada día vamos aprendiendo algo más de esta amenaza tan presente en nuestras vidas. Aunque en estos últimos meses conocemos ya muchos aspectos de esta enfermedad, aún tenemos muchas incógnitas sobre ella. Una de ellas hace referencia a cómo cursa la infección en los niños y cuál es su papel como elementos transmisores o de reservorio del virus.
Hasta ahora la evidencia existente apunta a que la infección por SARS-CoV-2 en niños presenta unas manifestaciones clínicas y un curso que difiere de los descritos hasta el momento en adultos.
Un reciente estudio multicéntrico nacional, promovido por la Sociedad Italiana de Enfermedades infecciosas Pediátricas, dentro de la Sociedad Italiana de Pediatría presenta nuevos datos preliminares sobre aspectos epidemiológicos, clínicos y terapéuticos de la infección por SARS-CoV-2 en lactantes, niños y adolescentes.
Los autores reportan la mayor cohorte, hasta la fecha, de niños europeos con 168 niños con infección confirmada (mediana: 2,3 años, rango: 1 día – 17,7 años, 55,9% hombres), con casi un 20% de ellos afectos de otras patologías. 5 pacientes tenían epilepsia de base. El 67,9% fueron Hospitalizados y el 19,6% tenía comorbilidades. Casi el 40% de los niños incluidos en este informe tenía menos de 1 año y la mayoría de este grupo de edad fueron hospitalizados.
El intervalo medio entre el inicio de los síntomas y la primera evaluación médica fue de 1,6 días (rango: 0-18). La fiebre entre 37,5 y 39°C fue el síntoma más común (82,1%), seguido de tos (48,8%) y rinitis (26,8%). Curiosamente, 31 niños (18,4%) presentaron síntomas gastrointestinales (vómitos y/o diarrea). Las manifestaciones neurológicas, consistieron en crisis epilépticas con y sin fiebre y se observaron en el 3% de los niños al inicio de COVID-19.
Ninguno desarrolló encefalitis asociada a este virus como la descrita en adultos.
De los 5 pacientes con crisis epilépticas, tres tenían antecedentes conocidos de epilepsia. Un niño tenía antecedentes de convulsiones febriles y otro tuvo un primer episodio de convulsiones febriles como inicio de la enfermedad COVID19.
Se documentó infección coexistente de otros virus (virus sincitial respiratorio, rinovirus, gripe y Epstein-Barr….) en 10 niños (5,9%). Otro niño tuvo también infección bacteriana por Streptococcus pneumoniae.
Treinta y tres niños (19,6%) desarrollaron complicaciones, principalmente pulmonares.
Dos niños de estos 33, un recién nacido prematuro y uno de 2 meses con cardiopatía congénita, precisaron tratamiento en la unidad de cuidados intensivos (UCI) con ventilacion mecánica. 49 niños recibieron tratamientos experimentales para COVID19. Todos los pacientes se recuperaron finalmente.
El estudio puede sugerir que COVID19 puede afectar más seriamente a los niños más pequeños, como refleja el elevado número de niños menores de 1 año reportados, pero también puede reflejar una mayor tendencia a la familia para buscar consejo médico para niños más pequeños y una mayor propensión entre los médicos a admitirlos en los hospitales.
Aún quedan por esclarecer el porqué de estas diferencias de la afectación de la enfermedad COVID19 con la edad, para las que se postulan elementos variados como la presencia de un receptor de fijación del virus inmaduro, mecanismos reguladores específicos en el sistema inmune, sistema respiratorio y la protección cruzada por anticuerpos de otras enfermedades virales frecuentes en la infancia.
Para saber más:
Garazzino et al. Multicentre Italian study of SARS-CoV-2 infection in children and adolescents, preliminary data as of 10 April 2020. Euro Surveill. 2020;25(18):pii=2000600.
https://doi.org/10.2807/1560-7917.ES.2020.25.18.2000600