DeporteLa epilepsia se caracteriza por fenómenos episódicos, puntuales en los que ocurren las crisis, por lo que, salvo en esos momentos de incapacidad transitoria, la persona con epilepsia no tiene ningún problema añadido al de sus crisis. Si además consideramos que hasta el 70% de las personas con epilepsias tienen controladas sus crisis, en general se puede llevar una vida sin otras limitaciones, incluyendo la práctica del deporte. Sin embargo, hay que recordar que todas las recomendaciones sobre estos temas deben ser hechas a nivel individual y usadas con sentido común en función del riesgo personalizado de sufrir nuevas crisis.

 

En términos generales, la comunidad médica ha pasado en las últimas décadas de restringir y limitar el ejercicio físico y las actividades deportivas en personas con epilepsia, quizás por un sentido de sobreprotección exagerado, a promoverlas, tanto por sus efectos cardiovasculares saludables como por sus efectos beneficiosos neuromoduladores que afectan positivamente por ejemplo desde el estado de ánimo hasta incluso, según algunas investigaciones, llegan a favorecer el control de las crisis epilépticas. Es por ello, que salvo casos individuales muy específicos o deportes de alto riesgo como submarinismo, alpinismo o paracaidismo, en los que su práctica está fuertemente desaconsejada por no decir prohibido, el ejercicio físico y el deporte en general, tiene un impacto muy favorable sobre la salud de las personas con epilepsia y debe ser estimulado, especialmente cuando se practican en compañía y en deportes colectivos. Además, el deporte plantea una vertiente social muy positiva que no debemos ignorar. Las actividades deportivas nos ayudan a relacionarnos en ambientes sociales saludables con compañeros de colegio, compañeros de trabajo etc., y es un medio excelente para tejer redes sociales auténticas y sanas, generando vínculos interpersonales de amistad y compañerismo.

 

En cualquier caso, debe preguntar a su médico específicamente sobre su caso y su deporte favorito, que le aconsejará sobre la conveniencia de su práctica y las precauciones que debe tomar.

 

Para saber más:

 

Pimentel J et al. (2015). Epilepsy and physical exercise., 25, 87–94. doi:10.1016/j.seizure.2014.09.015

 

http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/25458104