El síndrome de Dravet es una encefalopatía epiléptica severa que comienza a manifestarse en la infancia y que se caracteriza por crisis febriles que progresan a epilepsia farmacorresistente. Los afectados por esta patología tienen un acortamiento de su esperanza de vida, siendo los status epilepticus y la muerte súbita inesperada (SUDEP) las causas de muerte más comunes. Relativamente hay pocos estudios de síndrome de Dravet que se centren en la edad adulta, en la que estos pacientes desarrollan con frecuencia otros síntomas neurológicos, como ataxia, una marcha anormal, cuello flexionado hacia delante (anterocollis) y parkinsonismo, relacionados con alteración del neurotransmisor dopamina. Se desconoce cuáles pueden ser los mecanismos que altera la vía dopaminérgica en individuos con síndrome de Dravet.

A raíz de un paciente de 19 años con síndrome de Dravet y que presenta un trastorno del movimiento que incluye parkinsonismo, un reciente artículo publicado en la revista Neurology, ha podido recabar información sobre el posible mecanismo de parkinsonismo en estos pacientes.

Las crisis comenzaron a los cuatro meses y medio de edad y progresaron para incluir múltiples tipos diferentes a pesar de múltiples tratamientos e incluso cirugías. Se sometió a la colocación de un estimulador del nervio vago, luego a una lobectomía frontal derecha y a una callosotomía del cuerpo anterior en 2008.

El paciente comenzó a tener dificultades para andar y mantener el equilibrio a los 15 años de edad, convirtiéndose en dependiente de la silla de ruedas. Cuando fue examinado, tenía temblor de intención y postural en manos y pies, espasticidad y rigidez en los brazos y especialmente en las piernas y presentaba movimientos especialmente lentos y dificultosos (bradiquinesia). Aunque era capaz de levantarse de la silla de ruedas con ayuda, no podía andar independientemente. La sustitución de cannabidiol por ácido valproico en su régimen de tratamiento hizo que mejorara su vigilancia, y finalmente fue capaz de andar sin ayuda. En un control dos años más tarde, se constató que había permanecido estable. No llegó a tolerar sin embargo el tratamiento con L-dopa.

En este paciente no había evidencia de que el parkinsonismo se debiera a la pérdida de células dopaminérgicas presinápticas. Los análisis sí indicaron que este paciente tenía niveles bajos de neurotransmisores en el líquido cerebroespinal, mostrando un perfil comparable al de pacientes afectados por distonía sensible a dopamina. Estos análisis sugieren alteraciones en la síntesis de dopamina.

La mayoría de los casos de síndrome de Dravet están vinculados a una mutación heterocigota que produce la pérdida de función del gen SCN1A. Este gen codifica para una subunidad de un canal de sodio que se expresa principalmente en tejido nervioso. La entrada de sodio por canales facilita la conducción de potenciales de acción neuronales. Por tanto, si estos canales de sodio no funcionan correctamente, se obstaculiza la transmisión de señales. Estos canales están presentes en unas regiones del tronco cerebral llamada sustancia negra pars reticulata, y en menor medida en la sustancia negra pars compacta. Especialmente las alteraciones en la pars reticulata se relacionan con el parkinsonismo, sugiriendo así un nexo entre el síndrome de Dravet y el parkinsonismo.

Los datos obtenidos sugieren que el origen del parkinsonismo en pacientes con síndrome de Dravet puede ser una síntesis alterada de neurotransmisores. Esta hipótesis sería coherente con la sensibilidad a levodopa que se observan en la mayoría de los casos. Los autores apuntan que en futuras investigaciones se deberá profundizar en la relación entre el funcionamiento incorrecto de los canales de sodio y la reducción en niveles de neurotransmisores.

Para saber más:

Dravet syndrome and parkinsonism. A case report investigating the dopaminergic system. Deuel et al. Neurology 2019 ;93:1-2. doi:10.1212/WNL.0000000000008171

https://n.neurology.org/content/93/13/595