Más del cincuenta por ciento de las personas con epilepsia se quejan de su memoria, tanto que llegan a verse limitados en su funcionamiento diario. Incluso si sus quejas son tomadas en serio, es decir, conducen a realizar una evaluación neuropsicológica, es posible que no se confirmen con estas pruebas, por lo que se puede concluir (quizás erróneamente) que son quejas puramente subjetivas relacionadas, por ejemplo, con ansiedad.
Esta conclusión puede verse reforzada por la idea de que algunos fármacos anti-crisis, pueden afectar negativamente la eficiencia de la memoria y, en consecuencia, estos deterioros subjetivos de memoria se achacan al tratamiento con gran facilidad.
En las pruebas neuropsicológicas habituales, la evaluación de la memoria a muy largo plazo, generalmente se limita a una evaluación autobiográfica específica. Sin embargo, las quejas de memoria pueden revelar un olvido acelerado a largo plazo (ALF en inglés) con un aprendizaje normal de nueva información pero con un subsiguiente olvido acelerado de esa información en los días o semanas siguientes. Este fenómeno se observa particularmente en casos de amnesia epiléptica transitoria, caracterizada principalmente por crisis con amnesia transitoria muy densa, en la que hay también frecuentes problemas de memoria entre las crisis y déficit de memoria previa a ellas (retrógrada).
Un reciente estudio publicado en la revista Neurology, diseñado para testar la hipótesis de que otros pacientes con epilepsia del lóbulo temporal con nuevas quejas subjetivas de memoria (es decir, no confirmadas por una evaluación neuropsicológica estándar) también muestran un déficit objetivo de memoria a muy largo plazo, con un olvido acelerado a largo plazo.
Para ello, estudiaron a 47 pacientes con epilepsia focal temporal de distintas causas (12 esclerosis del hipocampo, 12 agrandamiento de la amígdala, 11 con lesiones extensas, y con 12 resonancias magnéticas normales) que se quejaron de su memoria, pero para quienes la evaluación neuropsicológica estándar a los 20 minutos no reveló ningún deterioro de la memoria, examinándolos con dos pruebas de memoria a las tres semanas. Fueron comparados con 35 sujetos sanos en el grupo control.
Alrededor del 75% de los pacientes con problemas subjetivos de memoria presentaba deterioro objetivo al cabo de tres semanas, independientemente de la causa de la epilepsia, del tipo de lesión cerebral o sin ella y de la respuesta a la medicación. Este patrón sugiere que inicialmente hay un aprendizaje normal con retención adecuada de información durante períodos relativamente breves, a más largo plazo son evidentes las dificultades objetivas de memoria en forma de olvido acelerado o de dificultades de consolidación de los recuerdos.
Descartada la posible influencia del ánimo depresivo o el efecto negativo de los fármacos, los autores postulan que las anomalías epileptiformes provocarían perturbaciones en la conectividad de la extensa red neuronal que media la memoria a largo plazo, afectando los procesos de consolidación de la memoria.
Estos hallazgos destacan que las dificultades de memoria en personas con epilepsia son, a menudo, más complejas de lo inicialmente esperado. Por ello, calificar las quejas iniciales de memoria como «subjetivas» debe hacerse con mucha cautela, o incluso evitarse, ya que puede conducir a un diagnóstico inadecuado, una evaluación terapéutica insuficiente o una estigmatización del paciente.
Para saber más:
Lemesle B, et al. Hidden Objective Memory Deficits Behind Subjective Memory Complaints in Patients With Temporal Lobe Epilepsy. Neurology. 2021:10.1212/WNL.0000000000013212.