La pérdida de conciencia o desconexión de lo que sucede en el entorno, es la característica más definitoria de las llamadas crisis parciales complejas, las crisis más frecuentes con diferencia. La alteración transitoria de la conciencia durante las crisis epilépticas focales más comunes, llamadas en términos médicos, crisis parciales complejas, constituye una de las causas de mayor discapacidad en las personas con epilepsia ya que afecta ostensiblemente aspectos sociales y de la seguridad personal.
El mantenimiento de nuestra conexión con el mundo exterior e interior, nuestra conciencia, es un mecanismo complejo que requiere una exquisita coordinación en circuitos claves del sistema nervioso distribuidos tanto en regiones de la corteza cerebral como en centros más alejados de la corteza (subcorticales). La llegada de la actividad de la crisis a esta regiones perturba esta dinámica y altera el correcto funcionamiento de estas estructuras.
Un reciente estudio publicado en la revista Neurology han estudiado los diferentes grados de desconexión observados durante las crisis parciales complejas en pacientes evaluados con VEEG comparándolo con pacientes con disminución de conciencia secundaria a traumatismo craneoencefálico. Para ello utilizan un protocolo estandarizado diseñado por los autores para testar esta desconexión durante las crisis y que incluye pruebas de funciones verbales, no verbales, sensitivo-motoras y de memoria. Los resultados obtenidos indican que en los pacientes con crisis parciales complejas el grado de desconexión o pérdida de conciencia no es un fenómeno continuo o gradual sino un fenómeno de todo o nada. Este fenómeno puede explicarse por la propagación de la actividad ictal, o la ausencia de ella, a centros subcorticales críticos para el mantenimiento de la conciencia. En el caso de las crisis epilépticas, esta transición entre niveles de conciencia sería relativamente brusca, masiva y global, en contraste con otros procesos que tenderían a afectarla a lo largo de un continuo.
Este trabajo aporta información valiosa para tratar de comprender mejor lo que sucede en el cerebro de la persona que sufre la crisis en ese momento y nos aporta protocolos para testar a los pacientes durante las crisis de una manera más uniforme. Esto nos ayudará para conseguir un modelo más preciso con el que comprender mejor los procesos que median la desconexión o pérdida de conciencia durante las crisis parciales complejas. Siendo optimistas, se podría pensar que, identificando este mecanismo que provoca la pérdida de conciencia, podríamos estar más cerca de encontrar terapias dirigidas contra el mismo y que fueran capaz de mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes.
Impaired consciousness in partial seizures is bimodally distributed. Cunningham et al.
Neurology May 13, 2014 vol. 82 no. 19 1736-1744
