La epilepsia es un trastorno caracterizado por la predisposición a tener crisis epilépticas repetidamente. Todos podemos tener una crisis epiléptica ante determinados factores que atacan nuestro cerebro como una infección cerebral o un trastorno metabólico como alteraciones de la glucemia o en los iones de la sangre. Un ejemplo de esto son las crisis febriles. El cerebro del niño es muy sensible a desarrollar crisis epilépticas con fiebres altas durante un periodo temprano de la vida. Sin embargo sólo una proporción muy baja de estos niños van a ser epilépticos posteriormente, esto es, van a desarrollar una predisposición a tener crisis de forma espontánea en la vida adulta. Otro ejemplo son las crisis fotosensibles. En determinadas edades de la vida nuestro sistema visual puede ser más sensible a determinados estímulos que pueden provocar crisis epilépticas. Un ejemplo que saltó a las noticias fue el episodio Pokémon en Japón en 1997 cuando más de 600 niños japoneses tuvieron crisis epilépticas al ver esta serie de dibujos animados en un programa que tenía una descarga de destellos luminosos muy inusual en rojo y azul. Bien, estudios de seguimiento de estos niños han establecido que para el 75% de estos chavales esta fue su única crisis y no seguían tratamiento! Si no se exponen a estos estímulos es probable que no vuelvan a tener más crisis.