El denominado en la literatura como «ndrome del girasol», hace referencia a un término acuñado en los años 80 para designar rasgos extremos de fotosensibilidad en el contexto de una epilepsia generalizada resistente al tratamiento farmacológico.

El término fue inicialmente delineado en los años 80, siguiendo el concepto de heliotropismo de Gastaut, es decir la atracción y búsqueda de estímulos luminosos observada en algunos pacientes con epilepsia fotosensible. Estos pacientes son más comúnmente niñas, que desarrollan epilepsia durante la infancia, y son extremadamente fotosensibles y rara vez sufren otras formas de crisis espontáneas. Si bien la referencia al girasol es muy atractiva y conlleva una idea bastante expresiva de la atracción hacia este tipo de estímulos, su clasificación como síndrome epiléptico, dista mucho de estar aceptada en la comunidad científica.

Un reciente artículo publicado en la revisa Seizure ha revisado las características de esta atracción desmesurada e inadecuada hacia estímulos luminosos que son capaces de generar crisis epilépticas.

Los autores incluyeron a 21 pacientes (2/3 mujeres), identificados en los últimos 20 años, en los cuales las crisis comenzaron al mirar al sol y agitar las manos frente a la luz del sol, acompañados de breves crisis de ausencia típicas. La actividad epileptiforme ictal (durante la crisis) se produjo aproximadamente menos de un segundo después del inicio de agitar las manos. En el último seguimiento (mediana de duración de 8,2 años), 12 pacientes (57%) eran farmacorresistentes. Nueve de ellos (75%) lograron el control de las crisis con el uso de lentes o filtros de colores, ya sea solos o añadidos al tratamiento farmacológico. La desaparición de las

crisis se asoció con una mejoría / normalización del EEG cuando se utilizaron lentes tintadas durante los registros del EEG.

Si bien las características clínicas y electroencefalográficas de estos pacientes están bien definidas, los mejores enfoques terapéuticos aún están en debate. Los datos presentados confirman una alta tasa de farmacorresistencia y una frecuente necesidad de politerapia. Es de destacar que en los pacientes resistentes a los medicamentos, las lentes cromáticas (pero no el fármaco) pudieron normalizar el EEG mientras se realizaba la estimulación luminosa.

Desde las primeras descripciones, se ha debatido intensamente sobre la naturaleza del movimiento estereotipado de agitar las manos en busca de un estímulo de luz como mecanismo para generarse una crisis inducida por la luz (autoinducción), ya que algunos pacientes sí que refieren tener sensaciones agradables que se correlacionan con las descargas en el EEG o bien, si se trata de una manifestación más de las crisis.

Para saber más:

Ames FR, Saffer D. The sunflower syndrome. A new look at «self-induced» photosensitive epilepsy. J Neurol Sci. 1983 Apr;59(1):1-11. doi: 10.1016/0022-510x(83)90076-x.

Belcastro V, et al. Epilepsy in «Sunflower syndrome»: electroclinical features, therapeutic response, and long-term follow-up. Seizure. 2021 Oct 2;93:8-12. doi: 10.1016/j.seizure.2021.09.021.

Parra J, et al. Removal of epileptogenic sequences from video material: the role of color. Neurology. 2005 Mar 8;64(5):787-91. doi: 10.1212/01.WNL.0000152875.67527.61.

Parra J, et al. Is colour modulation an independent factor in human visual photosensitivity? Brain. 2007 Jun;130(Pt 6):1679-89. doi: 10.1093/brain/awm103. PMID: 17525144.

elpais.com/sociedad/2012/04/02/actualidad/1333392693_964756.html

 

Las TV españolas emiten material audiovisual que no estaría permitido en países con legislación para prevenir crisis epilépticas fotosensibles