MotherAndChildLas mujeres con epilepsia tienen mayor riesgo que la población general de que su embarazo pueda cursar con complicaciones, tanto para la madre como para el niño. Esperar hasta que una mujer sepa que está embarazada y contacte con su médico supone un riesgo de exposición del feto durante la fase inicial del embarazo a unos fármacos que pueden causarle problemas. Por otra parte, cambiar los fármacos antiepilépticos (FAEs) durante el embarazo aumenta el riesgo de nuevas crisis.

Algunos de estos riesgos se pueden limitar planificando el embarazo con tiempo. Sin embargo, esta situación ideal no siempre es posible,  ya que muchos embarazos son no intencionados. Incluso en la población general, los embarazos no intencionados pueden aumentar el riesgo de resultados desfavorables y de abortos (hasta un 42%), excluyendo abortos espontáneos.

 

Un reciente estudio estadounidense publicado on-line en la revista Neurology,(1)  muestra que las mujeres con epilepsia tienen una tasa inusualmente alta de embarazos no planificados, pero el riesgo varía mucho según el método anticonceptivo y la categoría del medicamento antiepiléptico.

 

El estudio contó con la participación de 1144 mujeres con epilepsia. Casi el 79% de estas mujeres dijeron haber tenido al menos un embarazo no planificado. Dentro de este grupo, las mujeres con un historial de crisis o convulsiones generalizadas tienen un riesgo mayor que las que tienen crisis focales o parciales. En la población general, hasta el 50% de los embarazos son inesperados.

 

Ooievaar2Los resultados indican que el método anticonceptivo más seguro para mujeres con epilepsia es el DIU (dispositivo intrauterino), con una tasa de error del 3,1%. Comparado con el DIU, los métodos de barrera tienen 4 veces más riesgo y los métodos hormonales, especialmente los orales, tienen 5 veces más riesgo.

 

Sin embargo, el incremento de este riesgo de fallo depende mucho del anticonceptivo y la combinación de FAEs. Son las mujeres que toman FAEs inductores enzimáticos las que tienen un mayor riesgo de embarazos no planificados si usan métodos anticonceptivos hormonales, ya que estos fármacos destruyen las hormonas anticonceptivas.

 

Ejemplos de FAEs inductores de enzimas son fenobarbital, fenitoína, carbamazepina, felbamato, oxcarbazepina y topiramato. No inductores de enzimas son ácido valproico, benzodiazepinas, gabapentina, levetiracetam y zonisamida en dosis bajas.

 

Estos hallazgos son especialmente relevantes cuando consideramos los datos presentados en un artículo publicado en abril en la revista Epilepsia por estos mismos autores (2), en el que se revelaba que tan solo el 25,7% de mujeres con epilepsia consultan sus neurólogos respecto de la elección de método contraceptivo, a pesar de que las mujeres nombran la interacción con FAEs como una de sus principales preocupaciones al elegir método contraceptivo.

 

Idealmente, este grupo de mujeres con epilepsia en tratamiento con FAEs debería tener una tasa de embarazos no planeados menor que la de la población general, debido al riesgo de malformaciones congénitas  y problemas en el desarrollo neurológico cuando el régimen de FAEs no está optimizado para el embarazo. Lo preocupante es que los datos muestran que estas tasas son mayores. Por eso es muy importante que los neurólogos que traten a mujeres con epilepsia hablen con ellas sobre cómo evitar un embarazo indeseado, y que las pacientes sepan que el DIU es el método anticonceptivo más efectivo, y que los anticonceptivos orales en combinación con FAEs inductores de enzimas suponen el riesgo más elevado.

 

Para saber más:

1.              Herzog AG, et al. Predictors of unintended pregnancy in women with epilepsy. Neurology. Lippincott Williams & Wilkins; 2017 Jan 25;:10.1212/WNL.0000000000003637.

2.              Herzog AG, et al. Contraceptive practices of women with epilepsy: Findings of the epilepsy birth control registry. Epilepsia. 2016 Feb 15;57(4):630–7.