En los años 60 y 70 existía la teoría de que el efecto inhibidor de las crisis de los fármacos antiepilépticos más utilizados entonces, fenobarbital y fenitoína, se ejercía a través de una disminución de los niveles de folato.
La lamotrigina surgió como resultado de la carrera por lograr un nuevo antiepiléptico con propiedades antifolato. Las pruebas con animales y los ensayos clínicos posteriores mostraron que la sustancia tenía muy buenas propiedades antiepilépticas, a pesar de su efecto muy limitado sobre folatos. No fue hasta varios años después que se descubrió el efecto antiepiléptico del fármaco, debido principalmente al bloqueo de los canales de sodio. Hoy en día, la lamotrigina se considera un fármaco antiepiléptico de amplio espectro con un perfil favorable de efectos secundarios. Debido a sus propiedades psicotrópicas positivas, la droga también es utilizado en trastornos psiquiátricos como el trastorno obsesivo compulsivo.
Para saber más:
1.-Nakken KO, Brodtkorb E. Chance, serendipity and antiepileptic drugs. Tidsskr Nor Laegeforen. 2017;137.