La magnetoencefalografía (MEG) permite obtener imágenes directas de la electrofisiología del cerebro humano mediante la medición de los campos magnéticos generados por las corrientes eléctricas neuronales. Estas señales son complementarias a las obtenidas por el EEG, pero el análisis matemático de esos campos magnéticos permite estudiar con ciertas ventajas frente al EEG la formación y disolución de redes cerebrales en tiempo real. Las mediciones de MEG de la actividad cerebral se realizan actualmente utilizando una serie de sensores superconductores colocados en un gran contenedor de hidrogeno líquido como aparece en la imagen.

A diferencia del EEG, los sistemas de medición MEG deben estar recluidos en una cámara de aislamiento magnético y las posiciones de los sensores distribuidos en una estructura tipo casco a unos cm del cuero cabelludo, variable según el tamaño de la cabeza y que hace complicados e incómodos los registros, especialmente en niños. Además, movimientos de cabeza mínimos pueden arruinar toda la recogida de datos.

 

Todo esto puede mejorar según lo publicado en la revista Nature por científicos de la Universidad de Londres. Estos autores han conseguido desarrollar un sistema  revolucionario de registro MEG que puede usarse fijo en la cabeza sin que se afecte por el movimiento. Esto es posible debido a la integración de sensores cuánticos en una máscara, que no dependen de la tecnología superconductora SQUID con un sistema para anular campos magnéticos de fondo.

Si bien las imágenes de la máscara publicadas podrían formar parte de un episodio de Juego de Tronos como ironizaba en su blog Francis Collins, el director del National Institute of Health norteamericano, estos avances son muy relevantes ya que abren nuevas posibilidades para estudiar la función cerebral y de realizar mapeos no invasivos de la electrofisiología cerebral humana en todas las edades y grupos de pacientes, con sujetos que son libres de moverse e interactuar con el mundo real. Sin embargo, la llegada de estos equipos y su uso en la clínica tardará aún varios años.

Para créditos de figuras y para saber más:

1.- Boto E, et al. Moving magnetoencephalography towards real-world applications with a wearable system. Nature. 2018 Mar 21.:1–20. http://dx.doi.org/10.1038/nature26147.

2.- Parra J, et al. Magnetoencephalography: an investigational tool or a routine clinical technique? Epilepsy Bevav; 2004;5:277–285.

http://linkinghub.elsevier.com/retrieve/pii/S1525505004000563

3.-https://directorsblog.nih.gov/2018/03/27/wearable-scanner-tracks-brain-activity-while-body-moves/

4.- Parra Gómez J, Phase Synchrony Dynamics in Photosensitive Epilepsy. (2002) . PhD thesis. University of Navarra. Pages 1-143.  ISBN-90-9016426-X