Especialmente en los últimos años se ha ido acumulando evidencia concordante que sugiere que una proporción substancial de casos de epilepsia puede tener una base autoinmune. Un estudio reciente, publicado en JAMA Neurology, refuerza aún más esta hipótesis. Lo más relevante del artículo es que el riesgo de epilepsia se encuentra significativamente elevado incluso en aquellas enfermedades autoinmunes que no tienen aparente afectación cerebral.
Las enfermedades autoinmunes son aquellas en las que, paradójicamente, las defensas del organismo se vuelven contra él y en vez de defenderlo lo atacan. Afectan al 8% de la población y ocurren frecuentemente en pacientes con epilepsia. Además, el papel de la inflamación y la autoinmunidad alcanza cada vez más relevancia en cuanto a posible causa de epilepsia y como potencial avenida terapéutica que merece ser explorada.
En este artículo se presenta el estudio poblacional más extenso hasta la fecha para investigar la relación entre epilepsia y otras enfermedades autoinmunes comunes. Se centraron en un total de 12 enfermedades autoinmunes: diabetes mellitus tipo 1, psoriasis, artritis reumatoide, enfermedad de Graves, tiroiditis de Hashimoto, enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa, lupus eritematoso sistémico, síndrome antifosfolipido, síndrome de Sjögren, miastenia gravis, y enfermedad celiaca.
Los autores rastrearon los registros médicos de un total de 2.518.034 personas, de las cuales, el 0,4% desarrolló epilepsia. El 17,5% de las personas con epilepsia tenían también una de estas enfermedades autoinmunes. Todas las enfermedades autoinmunes estudiadas se asociaron con un riesgo más elevado para sufrir epilepsia. Éste era especialmente elevado en los pacientes con dos enfermedades en las que la afectación cerebral ya es conocida, el síndrome antifosfolípido y con lupus eritematoso, con riesgo de hasta 9 y 7 veces superior, respectivamente. Los pacientes con psoriasis o miastenia gravis, que no tienen afectación cerebral directa, también tenían riesgo elevado de sufrir epilepsia, de hasta 2 a 5 veces superior, respectivamente. Especialmente los menores de 18 años eran especialmente sensibles a este riesgo, mucho más que los adultos menores de 65 años.
Este estudio proporciona información epidemiológica muy relevante que, aunque no demuestra una relación causal común entre epilepsia y autoinmunidad, presenta datos que pueden prestar apoyo a esta hipótesis y que enfatiza la necesidad de seguir desarrollando esta vía de investigación.
Para saber más…
Population-Level Evidence for an Autoimmune Etiology of Epilepsy. Ong MS, Kohane IS, Cai T, Gorman MP, Mandl KD. JAMA Neurol. 2014 Mar 31. doi: 10.1001/jamaneurol.2014.188. [Epub ahead of print]
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/24687183