Esta semana hemos celebrado el día europeo del sueño. Los sueños nos llevan a una realidad diferente, un mundo alucinatorio que se siente tan real como cualquier experiencia de vigilia. Estos episodios a menudo extraños son emblemáticos del sueño humano, pero aún no se han explicado adecuadamente. ¿Por qué tenemos sueños? ¿Cómo se crean los escenarios oníricos? ¿El sueño confiere algún beneficio para la función cerebral? Estas y otras preguntas han permanecido abiertas, en parte, debido a las limitadas opciones disponibles para estudiar las experiencias oníricas. Los relatos que hacemos de nuestros sueños después de despertar tienden a estar distorsionados o fragmentados y, muchas veces, condenados al olvido debido a nuestra escasa habilidad para formar nuevos recuerdos en el estado de sueño y la capacidad limitada que tenemos para recordar con precisión información reciente después de que el sueño ha terminado. Existe, por tanto, una ambigüedad considerable sobre la naturaleza y el momento de las experiencias que pueden haber ocurrido durante un sueño.

Si se pudiese comunicar con la persona que sueña en tiempo real, de modo que puedan describir sus experiencias mientras están en medio de un sueño, se ampliarían enormemente las posibilidades de explorar científicamente las experiencias oníricas. En lugar de esperar a que nos cuenten sobre un sueño después de que haya terminado, cuando hayan pasado al estado de vigilia, sería un hallazgo obtener evidencia que muestre que es posible entrevistarlos sobre sus sueños en el momento en que los están experimentando.

Esto es precisamente lo que reportan en un reciente estudio publicado en la prestigiosa revista Current Biology, que demuestra cómo se puede interactuar con personas que están dormidas y en medio de un sueño lúcido (conscientes del hecho de que están soñando actualmente) y cómo pueden percibir preguntas de un experimentador y proporcionar respuestas utilizando señales electrofisiológicas durante fases de sueño de movimientos oculares rápidos (REM). En el estudio se presentan múltiples demostraciones de comunicación bidireccional exitosa durante sueños lúcidos logrados por cuatro equipos científicos independientes en Francia, Alemania, los Países Bajos y los Estados Unidos. Durante el sueño REM, estos individuos exhibieron varias capacidades, incluida la realización de análisis perceptivos de información nueva, el mantenimiento de la información en la memoria de trabajo, respuestas simples de cálculo y la expresión de respuestas voluntarias. Sus respuestas incluyeron movimientos oculares distintivos y contracciones musculares faciales selectivas.

Estos hallazgos son una prueba de concepto de que es posible una comunicación bidireccional durante el sueño y, por lo tanto, abre la puerta a un nuevo enfoque para la exploración científica del estado de sueño. También documenta casos de aprendizaje durante el sueño. Una posible explicación de estos hallazgos radica en que es posible que algunas partes del cerebro puedan estar en sueño REM y otras no, de modo que hasta tres estados (REM, N1 y vigilia) podrían estar presentes al mismo tiempo en diferentes áreas del cerebro.

La visión estándar ha sido durante mucho tiempo que los individuos dormidos son ajenos al mundo que los rodea, con sus sentidos efectivamente cerrados sólo sensibles a los estímulos más fuertes que los saquen de este estado de sueño. Estas son condiciones que impiden que se produzca una interacción con el exterior. Esta visión es seriamente confrontada con los hallazgos de este artículo.

Hace tiempo que sabemos que la cognición y la conciencia no se desconectan durante el sueño, pero nuestros resultados ahora amplían las oportunidades para mirar empíricamente dentro de la mente dormida, mediante estos “sueños interactivos”. La integración de estímulos externos en los sueños se ha documentado al menos desde Aristóteles. La interacción con la persona que sueña puede influir en el contenido de su sueño. A veces se percibía que los estímulos provenían de fuera del sueño, pero en otras ocasiones los estímulos parecían emanar de elementos del sueño, contextualizados de manera que tenía sentido en relación con el contenido del sueño en curso. Se necesitan más estudios para determinar qué factores influyen en cómo se perciben los estímulos dentro de un sueño, y el sueño interactivo está en una posición única para abordar estas preguntas.

El estudio de los sueños interactivos abre nuevas oportunidades para obtener información en tiempo real sobre los sueños y, posiblemente para modificar el curso de un sueño y podría marcar el comienzo de una nueva era de investigaciones sobre el sueño y las enigmáticas dimensiones cognitivas del sueño. Estas posibilidades abren nuevos caminos en problemas de salud mental y el potenciamiento de nuestras habilidades cognitivas. ¿Cómo sería poder elegir el contenido de un sueño…..?

 

Para saber más:

Konkoly et al., Real-time dialogue between experimenters and dreamers during REM sleep, Current Biology (2021), https://doi.org/10.1016/j.cub.2021.01.026