Las mutaciones de novo (las que ocurren sin estar presentes en los progenitores) en el gen STXBP1 son una de las causas más frecuentes de epilepsia, encefalopatía y discapacidad intelectual. STXBP1 juega un papel importante en un mecanismo necesario para la secreción de neurotransmisores. Una expresión reducida, por ejemplo si una de las dos copias del gen ha sufrido una mutación, produce alteraciones en las sinapsis (el área de comunicación de las neuronas), lo que puede causar hiperexcitabilidad y crisis epilépticas.
La frecuencia de mutación se estima en un caso por 91.862 nacimientos, pero este número podría ser una subestimación ya que la encefalopatía STXBP1 es un trastorno muy heterogéneo y algunos pacientes podrían no estar aún diagnosticados.
Todos los pacientes tienen discapacidad intelectual severa o profunda (88%) y el 95% de los pacientes tiene epilepsia: el 21% presenta síndrome de Ohtahara en los primeros días de vida y el 9% síndrome de West, pero la gran mayoría (53%) tienen una encefalopatía epiléptica no clasificada y epilepsia de inicio precoz sin que tenga una buena clasificación en un síndrome determinado. El 25% de los pacientes con encefalopatía epiléptica de inicio precoz o síndrome de Ohtahara evolucionaron a síndrome de West con el tiempo. También se han descrito mutaciones en STXBP1 en pacientes con síndrome de Dravet.
El inicio de la epilepsia suele ser temprano, siendo la edad media de 6 semanas. Se observa un espectro amplio de tipos de crisis, pero son frecuentes los espasmos epilépticos (65%), y las crisis focales (58%) y tónicas (41%). El tratamiento de las crisis suele ser difícil en las primeras fases. Cerca de la mitad de los pacientes acaban en politerapia con 3 fármacos antiepilépticos, incluyendo tratamiento con esteroides y ACTH. A pesar del tratamiento, casi el 30% del total siguieron experimentando crisis más de una vez a la semana. Sin embargo, algo menos de la mitad (44%) lograron estar libres de crisis, algunos después de cirugía. Los espasmos epilépticos pueden responder bien a vigabatrina, ácido valproico y levetiracetam, aunque no todos lo hacen.
No se encontró correlación entre la gravedad de las crisis o la edad a la que comenzaron y el nivel de discapacidad intelectual o entre el tipo de mutación y las características de las crisis. Por tanto, se piensa que la severidad de crisis y la discapacidad intelectual son dos dimensiones independientes del fenotipo STXBP1, lo que refuerza la idea de que STXBP1 juega un papel importante en muchos aspectos del desarrollo neurológico y su alteración provoca un complejo trastorno del desarrollo neurológico mucho más complejo que la epilepsia.
En muchos pacientes se puede observar cierto retraso en el desarrollo, que se acentúa al comenzar las crisis. La regresión no es común, y no siempre parece estar relacionada con las crisis..
Además de epilepsia y discapacidad intelectual, son frecuentes los rasgos autistas (20%) y trastornos paroxísticos del movimiento (movimientos involuntarios, trastorno en el tono muscular, tremores, dificultad de coordinación de movimientos..). La presencia de características autistas y regresión en algunos pacientes explica la identificación de mutaciones en STXBP1 en algunos pacientes con síndrome de Rett atípico. En cuanto a los trastornos del movimiento, se han identificado pacientes con síndrome extrapiramidal y en adultos con síndrome de Dravet se ha descrito parkinsonismo que responde a levodopa.
El tratamiento de la encefalopatía STXBP1 necesita, por tanto, un enfoque multidisciplinario, que busque soluciones no sólo para las crisis, sino también para los problemas de comportamiento y locomotores con terapia física y terapia ocupacional para maximizar el potencial de desarrollo.
Para saber más:
1.- Stamberger H, et al. STXBP1 encephalopathy: A neurodevelopmental disorder including epilepsy. Neurology. 2016;86:954–962.
2.- Diario de Avila Página 3-4
3.- Asociación Síndrome STXBP1. http://www.stxbp1.es/
http://www.diariodeavila.es/noticia/Z2D31FE56-FDAC-78E8-96F4A5DD5D25A28B/20170228/el-enigma-de-emma