Topiramato es un fármaco muy eficaz en el tratamiento de la epilepsia y en la prevención de la migraña. Sin embargo, según informa la FDA el 4-3-2011 (http://www.fda.gov/Drugs/DrugSafety/ucm245085.htm) su uso está desaconsejado en el embarazo ya que la exposición a este medicamento durante el primer trimestre aumenta el riesgo de que el feto sufra malformaciones faciales del tipo labio leporino o paladar hendido. Los datos del registro norteamericano de embarazos y fármacos antiepilépticos (North American Antiepileptic Drug Pregnancy Registry) indican que la prevalencia de estos defectos en niños expuestos a topiramato es de 1,4% frente al 0,38-0,55% con la utilización de otros fármacos antiepilépticos y a un 0,07% de prevalencia en niños de madres sin epilepsia.

El riesgo relativo de estas malformaciones en este registro norteamericano era de 21,3 veces mayor que el de una población de mujeres no tratadas (intervalo de confianza al 95%:7,9 – 57,1). El registro del Reino Unido también reportó un aumento del riesgo similar, de hasta 16 veces superior al de la población general (3,2% tomando topiramato frente al 0,2% en los que no tomaban fármacos).