Una de las características más invalidantes de la epilepsia es la imprevisibilidad de la ocurrencia de las crisis. Sin embargo, a pesar de su aparente aparición aleatoria, las crisis pueden mostrar cierto grado de periodicidad como relatan muchos pacientes. Referencias a estos patrones aparecen ya en culturas antiguas como la diferenciación de crisis diurnas y nocturnas que no pasó desapercibida a los babilonios hace ya más de tres milenios. Ya las civilizaciones antiguas rastrearon los patrones cíclicos de las crisis asociadas a otros patrones recurrentes, como los ciclos menstruales o lunares.
Un reciente estudio ha demostrado finalmente la presencia de ritmos cíclicos subyacentes a la ocurrencia de las crisis en la mayoría de los pacientes. Los autores estudiaron los datos que más de 1000 pacientes fueron guardando en una aplicación informática de calendario de crisis llamada Seizure Tracker así como los registros de los 12 pacientes portadores de implantes intracraneales del sistema Neurovista. Las crisis se presentaban siguiendo un ritmo circadiano (cerca de un día o 24 h) de 24 h entre el 80 y el 90% de los pacientes en ambos grupos. En el conjunto de datos de Seizure Tracker se identificaron ciclos más largos de un día (ultradianos), de una semana (circaseptiano o variaciones de 7 días) o más en un 10 a 20% de los pacientes. Se identificaron ciclos de más de 3 semanas en el 14-22% de los pacientes del conjunto de datos de SeizureTracker. Es importante destacar que la ritmicidad en la aparición de crisis, que con frecuencia se atribuye a los ciclos hormonales, no se asoció con el sexo en estos grupos. Las tasas máximas de crisis se distribuyeron uniformemente a lo largo de todos los días de la semana.
Estos resultados proporcionan nuevos conocimientos sobre los ritmos internos que generan las crisis epilépticas y favorecen el desarrollo de algoritmos capaces de anticipar precozmente la ocurrencia de las crisis, disminuyendo así la carga que supone la ocurrencia inesperada de las mismas.
También podrían tener un impacto más temprano en la práctica clínica, utilizando más frecuentemente la llamada dosificación diferencial de los fármacos o cronoterapia, que consiste en la administración de los fármacos antiepilépticos de tal forma que se alcancen niveles más altos en momentos de mayor susceptibilidad a las crisis.
Para saber más:
1.- Karoly PJ et al (2018). Circadian and circaseptan rhythms in human epilepsy: a retrospective cohort study. Lancet Neurology. http://dx.doi.org/10.1016/S1474-4422(18)30274-6