El sueño es esencial para los humanos, en especial para el crecimiento y desarrollo de los niños. La falta de sueño o el sueño no adecuado se asocian a un mayor riesgo de obesidad y problemas emocionales y de conducta. Los médicos suelen confiar en que los padres reconozcan las dificultades en el sueño, pero múltiples estudios indican que la mayoría de los padres no son plenamente conscientes de lo que es un patrón de sueño normal.

El sueño es especialmente importante en los niños con epilepsia, puesto que se asocia con el control de crisis y los síntomas psiquiátricos, así como la calidad de vida general del niño. Por eso es muy importante que los padres de estos niños conozcan las necesidades de sueño de sus hijos y puedan reconocer posibles trastornos del sueño.

Un estudio de la Universidad Nacional del Taiwan en colaboración con el Hospital Universitario Nacional de Taiwan, publicado en la revista Sleep, ha profundizado en este aspecto. El objetivo del estudio fue el examinar en un grupo de niños con epilepsia, la relación entre el conocimiento que tenían las madres sobre el sueño infantil y la calidad, cantidad y variabilidad del sueño en sus niños.

Para llevar a cabo este estudio, los científicos utilizaron una muestra de 112 niños con epilepsia de entre 1,5 y 6 años, que durante una semana llevaron una pulsera electrónica inteligente, con el objetivo de evaluar la duración y variabilidad del sueño. Por otro lado, las madres completaron unos cuestionarios sobre el sueño de sus niños.

De media, las madres contestaron correctamente un 30,5% de las preguntas sobre los hábitos de sueño, y solo el 5,3% de las madres contestaron la mitad o más cuestiones correctamente. El conocimiento sobre el sueño resultó ser independiente del nivel de estudios de la madre y de si tenía hijos mayores. Llamaba la atención la falta de conocimiento sobre, por ejemplo, los sueños, los trastornos respiratorios asociados al sueño y las cantidades de sueño adecuadas para niños y adolescentes.

Después de tener en cuenta factores como la edad de los niños, el género, si compartían o no cama, y variables clínicas y médicas sobre la epilepsia, se concluyó que el conocimiento escaso sobre el sueño se relacionaba con mayores alteraciones del sueño y más variabilidad de la duración del sueño para el individuo.

El estudio también concluyó que los niños con epilepsia tienen mayores dificultades en conseguir un sueño adecuado frente a los niños en las mismas edades sin epilepsia: un 93,7% de los niños que participaron en el estudio presentaban alteraciones del sueño clínicamente relevantes, frente al 78,8% de los niños sin epilepsia. Además, estudios anteriores ya indicaron que los niños con epilepsia tienen horarios de sueño más irregulares y de media duermen 50 minutos menos que los niños sin epilepsia.

El estudio concluye que, en la muestra estudiada, el conocimiento de los padres sobre el sueño en niños, es manifiestamente mejorable, y que estas carencias en el conocimiento sobre las facetas del sueño en niños, se asocia en niños con epilepsia con un sueño de peor calidad y más variable. Esta situación pone de manifiesto la necesidad de disponer de más recursos educativos para padres sobre el sueño en niños, poniendo especial énfasis en la duración recomendada del sueño para niños en diferentes estadíos de desarrollo, y en los síntomas de los trastornos del sueño comórbidos con la epilepsia más comunes.

Para saber más

1. Tsai S-Y, et al. Sleep in Children with Epilepsy: The Role of Maternal Knowledge of Childhood Sleep. Sleep. Epub 2018 Aug 22.

https://academic.oup.com/sleep/advance-article/doi/10.1093/sleep/zsy157/5077591