El coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo severo (SARS-CoV-2) causa la enfermedad infecciosa COVID-19, que se informó por primera vez en Wuhan, China en diciembre de 2019. A pesar de los enormes esfuerzos para controlar la enfermedad, COVID-19 ahora se ha extendido a más de 100 países y ha causado una pandemia mundial, que aún está en desarrollo.

 

La grave situación emergente con la pandemia generada por este virus plantea muchas preguntas urgentes. ¿Podrían los virus ampliamente diseminados transmitir a otras especies animales, que luego se conviertan en reservorios de infección? Es importante conocer el reservorio dado que, todo indica que este virus se va a quedar con nosotros mucho tiempo con variaciones estacionales posiblemente, como es el caso de los virus de la gripe que tienen sus reservorios naturales en pájaros y cerdos, saltando ocasionalmente a los humanos como en los recientes brotes de gripe aviar y gripe porcina.

Se cree que el SARS-CoV-2 se originó en los murciélagos, ya que comparte hasta el 96,2% de su código genético con el que se detectó en estos animales. Sin embargo, las fuentes animales intermedias del virus aún no han sido esclarecidas.

Un artículo realizado en China recién publicado online en la revista Science, investiga la susceptibilidad de hurones y animales en contacto cercano con humanos al SARS-CoV-2.

Los autores reportan que el SARS-CoV-2 se replica mal en perros, cerdos, pollos y patos, pero los hurones y los gatos son presas fáciles para la infección. Además, demostraron que los gatos son susceptibles a las infecciones de este virus transmitidas por el aire. El estudio proporciona información importante sobre los modelos animales para el SARS-CoV-2 y el manejo de animales para el control de COVID-19.

Los hurones se han utilizado con frecuencia como modelo animal para el estudio de virus respiratorios humanos. A diferencia de los virus de la gripe y otros coronavirus del SARS humano, que se replican en el tracto respiratorio superior e inferior de los hurones, encontraron que el SARS-CoV-2 solo se replica en la nariz, cornetes, nasales paladar blando y amígdalas de hurones. También puede replicarse en el tracto digestivo, ya que se detectó ARN viral en los hisopos rectales de los hurones infectados por el virus, pero el virus no se detectó en los pulmones, incluso después de que los hurones fueron inoculados intratraquealmente con el virus.

Varios estudios han informado que el SARS-CoV-2 usa la enzima convertidora de angi otensina 2 (ACE2) como su receptor para ingresar a las células. ACE2 se expresa principalmente en neumocitos tipo II y células epiteliales serosas de las glándulas submucosas traqueo bronquiales en hurones. Los hurones y los gatos tienen solo dos diferencias de aminoácidos en las regiones de contacto con las espinas de la corona del SARS-CoV-2 de ACE2; por lo tanto, el mecanismo subyacente que impide la replicación del SARS-CoV-2 en el tracto respiratorio inferior de los hurones aún no se ha investigado. El hecho de que el SARS-CoV-2 se replique eficientemente en el tracto respiratorio superior de los hurones los convierte en un candidato de modelo animal para evaluar fármacos antivirales o candidatos a vacunas contra COVID-19.

Los gatos utilizados en este estudio eran muy susceptibles al SARS-CoV-2, que se replicaba de manera eficiente y se transmitía por vía aérea a otros gatos de forma espontánea. De hecho, se ha informado que los gatos en Wuhan son seropositivos para el SARS-CoV-2. Los autores apuntan que la vigilancia del SARS-CoV-2 en gatos debe considerarse como un complemento de la eliminación de COVID-19 en humanos.

Para saber más:

Shi, J et al. Science 10.1126/science.abb7015 (2020).

https://science.sciencemag.org/content/early/2020/04/07/science.abb7015?utm_campaign=fr_sci_2020-04-08&et_rid=547365288&et_cid=3278959