Uno de los aspectos más discapacitantes que mencionan repetidamente las personas con epilepsia es la aparente impredicibilidad en la aparición de las crisis que, salvo en pacientes con epilepsias reflejas en los que la presencia de un estímulo desencadenante es identificable, pueden ocurrir cuando menos se lo espera uno.

 

Nuestro ritmo circadiano (día/noche) gobierna muchas de nuestras actividades diarias, desde cuando dormimos y nos despertamos o cuando tenemos hambre. Y también influye la aparición de determinados tipos de crisis en algunas epilepsias. Sin embargo, no toda la actividad biológica humana ocurre en un ciclo de 24 horas. Hay otros relojes maestros en el organismo que controlan los procesos que ocurren en un marco de tiempo más largo, de semanas o meses.

 

Recientemente se han descubierto ciclos de actividad cerebral que incluyen varios días (ciclos multidianos) en el orden de semanas o meses relacionados con un mayor riesgo en la ocurrencia de crisis epilépticas. Estos hallazgos han sido publicados recientemente en la revista Nature Communications, y abren nuevas perspectivas para poder desarrollar técnicas que permitan anticipar periodos en los que el riesgo de sufrir crisis epilépticas sea mayor y permita a las personas con epilepsia estar preparadas.

 

El nuevo estudio, basado en el registro EEG intracraneal crónico de los cerebros de 37 pacientes equipados con implantes NeuroPace, confirmó las observaciones clínicas y de investigación previas de los ciclos diarios en el riesgo de sufrir crisis epilépticas, explicando por qué muchos pacientes tienden a experimentar crisis en la misma franja horaria del día. El sistema RNS (responsive neuro stimulation) es un estimulador eléctrico cerebral implantable de ciclo cerrado aprobado por la FDA para detectar y tratar epilepsias focales y ha permitido una oportunidad sin precedentes para monitorizar la actividad del cerebro humano con registros de EEG intracraneal contínuos durante muchos años.

 

El estudio también reveló que la hiperexcitabilidad cerebral, definida por la presencia de actividad epileptiforme entre las crisis, aumenta y disminuye en ciclos mucho más largos que los diarios, que duran semanas o incluso meses, de modo que resulta más probable que ocurran ataques durante la fase ascendente de estos ciclos más largos, justo antes del pico de actividad. Las longitudes de estos ciclos largos difieren de persona a persona, pero son muy estables durante muchos años en pacientes individuales.

 

Los investigadores muestran en el artículo que cuando coinciden las fases de mayor riesgo de los ciclos cricadianos o diarios con las de los ciclos más prolongados asociados a los marcadores de irritabilidad cerebral, las crisis son casi siete veces más probables de ocurrir que cuando estas fases no coinciden. Por lo tanto, la ocurrencia de las crisis está determinada por ritmos biológicos subyacentes que operan sobre múltiples escalas de tiempo y modulan conjuntamente con los ritmos circadianos el riesgo de sufrir las crisis.

 

Esta información es particularmente relevante para desarrollar un nuevo enfoque que permita anticipar el riesgo de crisis individualmente, en cada persona, que podría permitir evitar actividades potencialmente peligrosas cuando el riesgo de ataque es mayor y tomar medidas preventivas (como medicación adicional) para reducir el riesgo de crisis, de forma similar a como las personas con asma saben que deben tener especial cuidado para llevar sus inhaladores cuando los niveles de polen son altos.

 

Sería comparable a la información que tenemos con el pronóstico del tiempo. En el pasado, el campo de la predicción de crisis se ha centrado en predecir el momento exacto en que ocurrirá una crisis, que es casi como predecir cuándo puede caer un rayo en una tormenta. Eso es bastante difícil si no intrínsecamente imposible en algunos tipos de crisis. Sin embargo, resulta de saber que hay una probabilidad del 10% de una tormenta esta semana, pero un 90% de posibilidades la próxima semana. Ese tipo de información te permite prepararte y coger el paraguas..…o en el caso de las crisis tomar las medidas adecuadas en cuanto a seguridad o incluso farmacológicas para tratar de evitarlas.

 

Para saber más:

  1. Baud MO, Kleen JK, Mirro EA, et al. Multi-day rhythms modulate seizure risk in epilepsy. Nat Commun. 2018;9:1614.

http://www.nature.com/articles/s41467-017-02577-y

 

  1. http://www.neuropace.com

 

  1. Kalitzin S, Velis D, Suffczynski P, Parra J, da Silva FL. Electrical brain-stimulation paradigm for estimating the seizure onset site and the time to ictal transition in temporal lobe epilepsy. Clinical Neurophysiology. 2005;116:718–728.

http://linkinghub.elsevier.com/retrieve/pii/S1388245704004171

 

  1. Suffczynski P, Kalitzin S, da Silva FL, Parra J, Velis D, Wendling F. Active paradigms of seizure anticipation: computer model evidence for necessity of stimulation. Phys Rev E Stat Nonlin Soft Matter Phys. American Physical Society; 2008;78:051917.

https://link.aps.org/doi/10.1103/PhysRevE.78.051917