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Un reciente estudio ha encontrado que niños de 6 años que fueron expuestos a fármacos antiepilépticos durante su desarrollo en el útero y que fueron amamantados mientras sus madres continuaban el tratamiento no sufren riesgo adicional de padecer efectos cognitivos adversos. Es más, en general estos niños obtuvieron mejores puntuaciones en tests de CI (cociente intelectual) y tenían mejores habilidades verbales que los niños a los que no se les dio el pecho.

 

Este artículo, publicado on-line el 16 de junio en la prestigiosa revista JAMA Pediatrics, forma parte del estudio NEAD (Neurodevelopmental Effects of Antiepileptic Drugs, que estudia los efectos de medicamentos antiepilépticos sobre el desarrollo neurológico), que busca posibles alteraciones en el comportamiento debido al uso de estos medicamentos. En este estudio participaron 177 madres con epilepsia tratadas con un solo fármaco antiepiléptico (carbamazepina, lamotrigina, fenitoína o ácido valproico) y 181 niños a los que se les hizo una evaluación cognitiva a los 6 años. El 43% de los niños fueron amamantados durante un período de 7,2 meses.

 

De media, estos niños obtuvieron 4 puntos más en el test de CI que los niños que tomaron leche de fórmula y no fueron amamantados (108 y 104 puntos respectivamente), incluso después de ajustar otros factores como el CI de la madre, el tipo de fármaco, y las dosis.

 

La mayor diferencia, de 12 puntos, se dio cuando las madres tomaban ácido valproico siendo las puntuaciones de 94 puntos en los niños no amamantados y 106 en los que sí lo fueron. En cuanto a otras capacidades cognitivas, sólo se apreciaron desigualdades en las habilidades verbales, con una diferencia de tres puntos a favor de los niños amamantados (105 y 102 puntos).

 

La conclusión más conservadora de este estudio es que la lactancia puede ser segura en mujeres que toman un único fármaco para controlar sus crisis. Más rompedora y fascinante es la idea de que la lactancia pudiera tener un efecto restaurador del potencial cognitivo de los niños a los 6 años de edad, tras haber estado expuestos a niveles elevados de fármacos antiepilépticos pasivamente durante la gestación.

Sin embargo, el estudio presenta limitaciones que levantan dudas sobre la validez última de las conclusiones expuestas y que deberán subsanarse en futuras investigaciones sobre este apasionante tema. Además, estos resultados resultan sorprendentes ya que parecen contradecir la evidencia existente de que la exposición del feto a estos fármacos está vinculada a capacidades cognitivas reducidas.lactancia4

 

En cualquier caso, este estudio abre una interesante, novedosa y optimista perspectiva que debe ser explorada en mayor profundidad, y a la que debe buscarse una explicación detallada. Para interpretar estos resultados correctamente, los próximos estudios tendrán que evaluar los niveles de medicamento en los niños amamantados para demostrar que son muy bajos o para concluir que los beneficios de dar el pecho tendrían la capacidad de contrarrestar el daño potencial que se produce al estar en contacto con medicamentos antiepilépticos durante la lactancia, ya que además de las ventajas cognitivas estudiadas, dar el pecho reduce el riesgo del niño a padecer asma, obesidad y diabetes tipo 1 y 2 y las madres son menos propensas a sufrir diabetes tipo 2, cáncer de mama y ovario y depresión posparto.

 

 

Para saber más:

 

1. Meador, K. J. et al. Breastfeeding in Children of Women Taking Antiepileptic Drugs: Cognitive Outcomes at Age 6 Years. JAMA Pediatr (2014). doi:10.1001/jamapediatrics.2014.118

 

http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/24934501