Pues, tradicionalmente, a pesar del nombre, se pensaba que el riesgo de crisis duraba toda la vida, precisando medicación de forma continuada, pero nuevos estudios apuntan a que las crisis pueden mejorar notablemente y desaparecer con el paso del tiempo en muchas personas afectadas con este sÃndrome.
La epilepsia mioclónica juvenil, también conocida como sÃndrome de Janz, se encuadra dentro de las epilepsias generalizadas idiopáticas o de causa posiblemente genética, que se presenta con crisis mioclónicas (sacudidas bruscas y no controladas de alguna parte del cuerpo), ausencias y convulsiones o crisis generalizadas y que debuta en las primeras dos décadas de la vida. Con frecuencia también tienen una especial sensibilidad por los estÃmulos visuales que pueden desencadenar crisis en estos pacientes.
La revista Neurology ha publicado en su versión digital previa a la versión impresa un nuevo estudio (1) del que es coautor el propio Dr. Janz, que da nombre al sÃndrome, que ha revisado el pronóstico a largo plazo en un grupo de 66 pacientes seguidos por una media de más de 44 años. Los resultados apuntan que la respuesta terapéutica y la remisión a largo plazo son mucho más favorables de lo que se pensaba previamente. El 59% los pacientes obtuvo una remisión duradera de sus crisis y más de un 16% de los pacientes ya no necesitaba tomar fármacos antiepilépticos. Éstos resultados están en la lÃnea de lo comunicado anteriormente por otros autores en Canadá (2), que en pacientes seguidos durante 25 años de todas las crisis llegaban a desaparecer hasta en el 17% de los pacientes que ya no requerÃan medicación, y en un 13%, tan solo las crisis más ligeras persistÃan, las mioclonÃas (sacudidas bruscas, normalmente en las extremidades, sin pérdida de conciencia).
Asà que estamos ante un ejemplo más de que la epilepsia no tiene por qué durar para toda la vida.
Referencias: