La convulsión o crisis generalizada tónico-clónica es la manifestación más dramática de una crisis epiléptica y frecuentemente el episodio que enciende las alarmas para buscar asistencia médica. En estos casos hay que tratar de que el paciente no se dañe al golpearse con el suelo o con objetos. Si está en el suelo, tratar de colocar un cojín debajo de la cabeza, ponerle de lado en posición de seguridad, y esperar a que la crisis acabe. Durante los movimientos convulsivos no se debe introducir nada en la boca para evitar la mordedura de lengua. Puede ser peor el remedio que la enfermedad. Las crisis son fenómenos transitorios y excepcionalmente los movimientos duran más de tres minutos. El período de recuperación (período postictal) puede ser más prolongado y el paciente puede quedarse dormido antes de recuperarse totalmente.